UUsuario invitadoEs un hotel ”solo adultos”, lo que se agradece cuando tus hijos ya pasan de los 20 años. No es barato, y casi podría decir que cobran por casi todo, yendo sólo con desayuno como fuimos nosotros, pero hicimos allí varias comidas a mediodía, y bastante bien en relación calidad/precio. Habitaciones nuevas, y, pese al ruido de fuera, del hotel que están haciendo atrás, se duerme bien y sin ruidos . Las camas también eran cómodas y grandes. Un detalle a tener en cuenta, tienen purificadores de agua en todas las plantas, y puedes servirte agua fría o del tiempo sin coste alguno, eso sí, en las comidas y en los bares te la cobran. También es interesante el tema de las zapatillas hechas con material reciclado. Nos encantó un detalle que nos dejaron en la habitación casi acabando la estancia, nos hizo mucha ilusión, y agradecemos nos dejaran quedar en una de nuestras dos habitaciones hasta la una del mediodía que nos íbamos. Agradecer a TODO el personal del hotel, (desde personal de limpieza, de recepción, camareras/os, personal de cocinas... hasta directivos) la amabilidad y el trato agradable en todo momento. Siempre dispuestos a ayudar, a hacer algún favor, para que nos sintiéramos a gusto. Especial mención a: - Carmela y Laura, en cuyos talleres mi hija y yo aprendimos un montón de cosas, nos divertimos, conocimos gente nueva, mejoramos nuestro inglés e hicimos amistades (con ellas y con otras participantes de los talleres). Hicimos jabones, perfumes, colgantes de vidrio, pintamos abanicos, llaveros con nuestra inicial en resina, jabones terapéuticos…(nos perdimos el de origami de toallas…eso sí…) Un descubrimiento que esperábamos con impaciencia cada día a las 11:00. El taller de Marcelo,(Letiz glass en internet) de colgantes con vidrio reciclado, un lujo. Gratuito en este hotel, pero de pago en otros.Gracias Marcelo por esos momentos. -AITOR, el socorrista de la piscina, amable, respetuoso, simpático y siempre dispuesto a ayudar, también a Edu y demás personal de la tarde en piscinas. -Fran e Ivelin, de los que tuvimos el gusto de disfrutar de sus clases de aquagim y otros deportes de piscina, desde nuestras tumbonas... -Jimmy y Pedro en el restaurante, siempre atentos a la dieta sin glúten de mi hija, que es celíaca, y al personal de cocina y camareros del bar de la piscina por su maravillosa atención. -Alex, subdirector, siempre dispuesto a ayudar en todo, a recomendarnos sitios, rutas, restaurantes...y muy agradable... Muchísimas gracias a todos
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