Hotel Rural Quinta do Marco - Nature & Dining

El persmuy simpático. El desayuno tiene productos de calidad.

Lugar. Con entorno privilegiado. Habitación amplia. Buena limpieza . Su personal muy amable , en especial Sonia , siempre pendiente. Desayunos generosos y buenos . Algo repetitivos si estás muchos días . Falta Gym. Tiene muchas hectáreas , pero pocos caminos , una lastima . Sitio muy recomendable para recorrer el Algarve.

Fantástico hotel rural situado en plena naturaleza del Algarve y aún así muy bien comunicado, a 15 minutos más o menos de Tavira. Amplisimas habitaciones y baños con unas vistas espectaculares, en la finca hay multitud de plantas y árboles, animales, burro, ovejas, gallinas, pavos reales, tortugas, peces y amigables gatos todos muy bien cuidados. El desayuno no es para nada el típico desayuno de hotel con una gran cantidad de comida de pésima calidad, todo lo contrario hay menos oferta pero de una calidad exquisita, fruta fresca cortada, galletas y bizcocho caseros, bollería no se si casera pero por lo menos artesanal, huevos revueltos de sus propias gallinas, queso fresco y curado, zumo de naranja hecho con las naranjas de la propia finca etc. Nosotros hemos cenado los tres dias en el hotel por comodidad y así evitar desplazamientos nocturnos y ha sido un acierto, al igual que el desayuno la oferta no es muy amplia pero de gran calidad, disponen de una carta de especialidades fija muy interesante y aparte el equipo de cocina propone todos los días una carta diferente con entrantes, principales de pescado y carne a elegir y postre todo ello buenísimo, buen producto, buena ejecución y bien emplatado y a un precio muy razonable,que más se puede pedir. Pero lo mejor de todo es la increíble amabilidad y competencia de absolutamente todo el equipo del hotel. En definitiva una experiencia inolvidable que ha superado nuestras expectativas.

Todo es exquisito en este hotel: - ubicación excelente, muy próxima a los núcleos principales del Algarve en coche, pero lo suficientemente retirada como para disfrutar de la tranquilidad y el silencio. - habitaciones amplias y cómodas, bien equipadas y funcionales (me sorprendió que dentro de ellas y en plena ola de calor no tuviéramos que poner el aire) - entorno natural, lleno de especies muy cuidadas. Cuenta con algunos animales a los que se pueden alimentar, toda una experiencia para los niños, varias zonas de dispersión, columpios, miradores, jardines. - piscina, muy agradable y limpia, con zonas de sol y sombra, baño y bar. A los niños les encantó el jacuzzi y la piscina pequeña. A mí los gintonics en la hamaca, vigilándolos de un vistazo. - el restaurante, la comida y la bodega son otro nivel, no tiene una carta excesivamente extensa, pero autóctona y muy saludable. La cataplana de polvo es imprescindible. En líneas generales detesto la comida de hotel, pero hasta los platos para los más pequeño son apetecibles, la guarnición suele ser verdura cocida y arroz. - el personal es eficiente, resolutivo pero, sobre todo, encantador. No es fácil dar servicio a una familia con hijos pequeños y no perder los nervios. Pedro, Miguel y el resto de personal nos han tratado con cariño y familiaridad. Les estamos muy agradecidos. Si me quedo con algo, es con todos los miembros del equipo.

Acabo de volver de este hotel y he decir que ha colmado nuestras expectativas,lugar fabuloso para descansar,trato familiar y te colman a detalles,comida muy buena,aunque la carta es pequeña todo está estupendo y se nota que está hecho con mu cariño por parte del grupo de restauración,he de decir que he de agradecer a todo el personal del hotel pero muy especialmente a Pedro, perdona que te aconseja y te ayuda y está pendiente de que no te falte nada y que todo sea de tu agrado,y también he mencionar a Thiago que también ha estado pendiente de que nada nos faltase, espero volver pronto a ver este pequeño Oasis de tranquilidad y volver a a reencontrarnos con este gran grupo que compone este hotel rural,seguid así haciendo felices a esos viajeros que os visitan y lo dicho hasta pronto QUINTA DO MARCO.

Hotel rural con encanto, está en un sitio privilegiado, en mitad del campo, pero a 15 min en coche de Tavira El hotel es supertranquilo, con árboles y animales de granja La piscina es climatizada y de agua salada, con mucho espacio, hamacas, sombrillas.. Tiene un jacuzzi además de zona de spa que también es gratuita para los huéspedes Las habitaciones muy limpias, grandes, con terraza con sillas, mesa y un tendedero Con nevera, con muchos enchufes incluso con regleta, que siempre viene bien Las chicas de recepción muy atentas y simpáticas Al mediodia comimos en el bar del hotel un snack, 2 Hamburguesas a la parrilla buenísimas, con patatas con hierbas aromáticas, por 9€ más o menos cada una. El desayuno muy bueno, con fruta, pan casero, huevos, bacon, ... con dulces hechos por ellos. Zumo de naranja natural y el café, aunque de máquina, muy muy bueno Sólo decir que el turno de desayuno de las 10, por motivo covid, se habían agotado algunos de los dulces, sería bueno que guardarán dulces para esa hora ☺️ Servicio de 10 Sin duda repetiremos

Personal muy agradable.Habitacion muy cómoda y amplia.Lugar tranquilo.Piscina agradable.Desayuno variado sin excesos,personal muy atento distancia adecuada entre mesas y bien ventilado. Para repetir.

El sitio es muy tranquilo. Las instalaciones están muy bien, el personal muy amable. Muy familiar.