Usuario invitado
29 de octubre de 2023
Esta es la tercera hospedería que visitamos y esperamos poder alojarnos en todas las que forman parte de la red de hospederías de Extremadura. La hospedería se sitúa en el antiguo convento franciscano de San Miguel. El edificio es de una gran belleza y está ubicado en un entorno realmente fantástico. Estuvimos alojados en la junior suite, con nuestra perrita Paty, en régimen de media pensión. Le tenían preparada su camita y un comedero para comer y beber. Las vistas desde la habitación hacia el pueblo de San Martin de Trevejo son muy hermosas. La habitación era amplia y muy cómoda, con un gran salón y un descanso casi monacal. Disfrutamos mucho cenando en su restaurante, tanto por su cocina como por la atención del personal. Los platos bien presentados y llenos de sabor. El desayuno variado y correcto. También disfrutamos de su pequeño spa, estupenda opción para relaj**** y desconectar. En general todo el personal fue muy amable y servicial. Solo eche en falta una pequeña chimenea en el salón principal, que le hubiera dado una calidez especial a la atmósfera de la hospedería. En resumen, una fantástica estancia por su maravilloso entorno, por su gastronomía y por su estupenda relación calidad/precio.