Usuario invitado
17 de noviembre de 2023
Hotel situado en uno de los mejores rincones de la Costa Brava, a pié de la Platja de Sant Pol, frente a S'Agaró. Imprescindible pagar el suplemento para que la habitación sea de cara al mar. La habitación es correcta, con todo lo necesario, y un pequeño balcón con mesa y dos sillas. La insonorización no es muy buena, y en nuestro caso oíamos el ruido del ascensor que estaba cercano a nuestra habitación. Dispone de parking de pago al aire libre con bastantes plazas El desayuno muy completo y abundante. Sin embargo, la cena, también en buffet libre, no nos gustó del todo. Dicen que se basan en una política de no malgastar alimentos (lo cual me parece muy bien), y eso se traduce en unas mini-raciones, de las cuales puedes repetir cuanto quieras, pero que nos resultó un poco engorroso tanto levant**** de la mesa para ir al buffet. Además había poca variedad. Resumen: perfecto para un fin de semana