andre B
5 de julio de 2021
Bienvenida en muy buen inglés, cortés y sin servilismos, personal muy servicial, cómodas habitaciones con toldo y mosquiteras que permiten la ventilación natural, eficaz aire acondicionado, esmerado desayuno frente al mar y sobre todo muy bonita piscina infinita para disfrutar del atardecer. En una pequeña isla con un potencial turístico limitado, este establecimiento tranquilo y perfectamente mantenido, a dos pasos del bullicioso puerto, representa sin duda la mejor opción para una estancia agradable y práctica. Clientela principalmente de los Balcanes con una amabilidad contenida.
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