Pleromaa
18 de octubre de 2021
El hotel está ubicado en una carretera de circunvalación, la entrada es extraña, hay que bajar -2 pisos para ver el mostrador de recepción escondido detrás del mostrador, hola, muy tranquilo, casi destrozado, en fin, de nada, simplemente amor. este lugar. La habitación tiene todas las comodidades de la cadena NH, pero sin encanto. Los detalles incluso resaltan la negligencia en la limpieza.
El desayuno no tiene nada de especial, siempre bajo el techo de cristal -2. Pero el espacio es demasiado grande, comemos en una gran sala de la estación. El buffet está detrás de la pared de plexiglás y el camarero te sirve huevos revueltos, tocino y salchichas. No importa, hazlo una vez cada 3 días, de lo contrario será aburrido.
Consejo: No saques nada de la nevera, es demasiado caro, como una botellita de agua por 3 euros. La tasa turística es de 6 euros por persona y día.
¿interesar? No muy lejos de Villa Borghese y Medicis. Aunque el autobús está bien conectado con el centro, conviene ir a dormir a otro lugar.
Texto originalTraducción facilitada por Google