Usuario invitado
12 de enero de 2023
Hola, he estado dos veces este invierno en Nerva hotel, y, efectivamente, repetí porque me encantó sentirme como en casa. Este hotel ofrece justo lo que busco en los hoteles pequeños, comodidad, limpieza y un cuidado impecable de la estética en los espacios, las calidades y los detalles. En una ciudad como Roma que hay que visitar a pie para poder disfrutar de cada rincón, cada callejuela, cada plaza, la situación es perfecta. No hay más que mirar un mapa de los lugares de interés para ver que está en pleno centro, ello te permite hacer de los lugares más emblemáticos de la ciudad tu casa, siempre, aunque visites zonas más alejadas ,al ir y al volver vuelves a pasar por el foro, a ver la columna de Trajano, aquí está el verdadero lujo. La calle donde se encuentra es tranquila pese a estar tan céntrico y también segura. La amabilidad del personal es exquisita, siempre atentos a tus necesidades sin agobiar. He leído en algún otro comentario que se echa de menos una kettle, como habrá otros que quieran un café personalmente, teniendo en cuenta el tamaño y tipología del hotel, prefiero pedir un té o un café en el bar que tener unas máquinas en la habitación, que hace que parezca la encimera de la cocina. Aunque sí se agradece el agua de cortesía. A la hora del desayuno Sally y sus compañeras a veces hacen unos bizcochos caseros estupendos. Espero poder volver.