Usuario invitado
30 de enero de 2023
Nos alojamos en la habitación 33 que ocupa toda la última planta del edificio. Las vistas son increíbles en un pequeña terraza de 360 grados y unas grandes ventanas para poder disfrutar de unas fantásticas vistas. La habitación es enorme y cuenta con acceso privado, bebidas incluidas, gran bañera, aseos independientes, y un amplio sofá. La cama es muy mala, muy incomoda y las almohadas pésimas. El secador también deberían cambiarlo. El armario es muy pequeño para el gran tamaño de la habitación. La piscina del hotel es muy agradable El desayuno es bueno y con gran variedad de alimentos. Muy aconsejable tomar una copa en la cafetería El restaurante, con una estrella michelín, es muy muy recomendable. Es un buen destino, cerca de Paris, para pasar un buen fin de semana tranquilo y disfrutar de una buena comida.