Usuario invitado
1 de septiembre de 2022
Espectacular Todo. Las vistas, las habitaciones increíbles. El desayuno en la mañana inigualable. El trato esquisito. Andrés, el propietario, desde el principio de nuestra llegada hasta el dia que nos marchamos, un amigo. Nos atendió como si estuvieramos en familia. Nos ayudó con todo, temas logísticos, de taxis, de todo. El hotel tiene un encanto especial, es perfecto. Situado a 5 minutos andando del centro histórico. Cuando vuelva a Quito, no dudo donde me voy a quedar. Gracias Andrés, y su Equipo por todo y por hacernos sentir tan felices aquellos días