Usuario invitado
19 de septiembre de 2022
El hotel es un edificio de 3 plantas remodelado. Nuestra habitación, que era triple, estaba situada en el tercer piso y tenía un balcón a la calle. La única pega es que no hay ascensor pero tampoco es un gran inconveniente. La habitación tenía una cama de matrimonio y una individual y, en una parte de la buhardilla, una mesita con una silla. No tiene armario como tal, pero si una especie de perchero con algunas perchas. El baño es amplío y tiene plato de ducha, el agua sale con mucha presión. Hay amenities y secador de pelo. La limpieza es buena y cambian las toallas cada dos días. Está situado apenas 3 minutos de la estación de Trindade (aunque hay que subir una cuesta) que conecta directamente con el aeropuerto. Se puede llegar andando a las principales atracciones turísticas, la avenida Aliados está a 5 minutos y Sao Bento. La calle Santa Catarina o la Torre de los Clérigos a unos 15. Hay aparcamiento en la misma calle del hotel y también un parking de pago.