Usuario invitado
24 de junio de 2021
Podría limitarme a decir que volveré y que lo recomendaré, y ya estaría todo dicho. Pero me apetece explicar por qué. Pues empezando por la ubicación, en una zona playera pero sin rascacielos y que conserva la sensación de estar en un antuguo pueblo de pescadores. Además, muy cerca de la maravilla de Formentor. El edificio tiene el encanto de no ser de nueva planta y aún así resultar moderno, con todas las comodides exigibles y redecorado con un gusto sobrio y exquisito, El personal es impecable. Y, por favor, que desayuno! Nada que ver con los desayunos típicos de hotel donde el producto es mediocre y está todo reseco. Te hacen los huevos revueltos al momento, y puedes escoger todo lo que quieras en una carta amplia y variada. Lo dicho, volveré, seguro!