Usuario invitado
24 de agosto de 2023
Contratamos el hotel a través de agencia española, por lo que supusimos que alguien hablaría español en el mismo, pero solo hablan portugués e inglés (como en el resto de la isla, por otra parte, menos mal que controlamos un poco de ambos). Pedimos, desde la reserva,que nos pusieran 2 habitaciones contiguas (íbamos 4 personas, uno menor), lo reiteramos a nuestra llegada al hotel, pero solo conseguimos estar en la misma planta. Desayuno incluido, nada variado y escaso, en un comedor que se queda pequeño para 5 pisos de habitaciones. Si quieres cenar pagas 20€/persona con una bebida incluida, el resto a pagar nada barato, y, de nuevo, poco variado. Camas y sillones muy cómodos, eso sí. Y a pesar de estar muy cerca del aeropuerto, la verdad que los aviones a penas molestan. Piscina pequeña, pero algún chapuzón nos dimos. Alquilamos coche allí mismo. La zona exterior del hotel es aparcamiento de pago, pero puedes pagar 4€ por día para dejarlo en su aparcamiento privado. Tienen billar, sala de lectura,... Y el personal de todo, de la recepcionista más encantadora a la más borde, y el servicio de comedor igual, del antipático al más agradable.