El hotel es una pasada super grande los jardines super cuidados, las habitaciones, piscinas, restaurantes etc super limpios, la comida muy bien mucha variedad, la zona del aguapark perfecta para los niños y no tan niños jaja. El personal super atento y amable destacar a Lidia de recepcion y a Francisco el camarero del bar. Nosotros cogimos una habitacion normal y el ultimo dia preguntamos si habia opcion de cambiarnos a una con piscina privada y no hubo ningun problema tanto una habitacion como outra super amplia y cuidando todos los detalles.
Lo peor del hotel para mi es que solo tenga 2 ascensores para bajar de las habitaciones a la zona de piscinas, restaurante, etc porque es un hotel super grande y no dan abasto los ascensores por lo cual tienes que estar esperando mucho rato y otra cosa que tendrian que controlar es el ruido que hay por las noches el espectaculo termina sobre las 22:30 (para mi gusto un poco temprano) y despues de eso mucha gente se queda por la zona de las piscinas asta altas horas haciendo mucho ruido