Hotel Mercè(Hotel Merce)

Situación estupenda , silencioso y tranquila . Siendo un hotel donde admiten perros , yo llevaba el mío , súper silencioso y respetuosos . Estancia genial

La amabilidad con la que nos atendieron, y el servicio de cocina buen trabajo y trató..

Comida pésima, piscina pequeña con instalaciones sucias y hamacas rotas ni una en buen estado. Personal del comedor ineficaz lo único bueno la señora de la limpieza que hace la 3ra planta. No volvería ni aunque me lo regalaran, no lo recomiendo

El Buen trato del personal con el cliente y buena comida

Fuimos a este Hotel con una oferta de última hora y sin unas expectativas demasiado altas. En lo que se refiere a las habitaciones, la experiencia debe cambiar bastante en función de si te toca la parte reformada o no reformada del hotel .En nuestro caso, fue la no reformada, lo que implicaba un baño obsoleto, con una cortina de ducha que se te pegaba al cuerpo mientras intentabas ducharte lo que era bastante incómodo, unos muebles bastante anticuados... La piscina, para el uso que le dimos nosotros (estancias cortas, chapuzones y poco más) era suficiente, pero entiendo que si vas con intención de estar más tiempo en ella se te puede quedar pequeña. El bar de la terraza, algo caro sin ser disparatado, pero cómodo y bien ambientado. El personal, sumamente amable en todos los casos, desde recepción a la barra del bar, pasando por la cocina y el comedor. Tuvimos un problema con la limpieza uno de los días, pero una vez nos quejamos, recibimos las disculpas de la responsable y le pusieron remedio rápidamente. Y en cuanto a servicios, lo más destacable me pareció el buffet, donde la comida era de calidad, guisos ricos, pastas, pizza, carne, pescado, opciones veganas... y la plancha funcionando durante todo el servicio de comida.

El personal un 10!! La habitación reformada muy confortable. La comida del bufet variada. No se oye ningún ruido por la noche A mejorar, el horario de limpieza habitación, se retrasaba bastante, quizás X falta de personal .

El hotel en sí está bien, pero las habitaciones como la que nos tocó a nosotros tienen el baño bastante desfasado (la cortina de la ducha de tela...) y el desagüe de la bañera hacía ruido cada vez que abrías el agua. Se salía el agua del bidé. El desayuno estupendo, un día comimos en el hotel pagando (entre semana 12 euros, bastante asequible y variado) y no sólo no entra el agua, si no que te cobran 3e por una botella de 1,5L que en la propia máquina del hotel cuesta 2. En las habitaciones no hay nevera, te piden 5e al día o 15 a la semana por poner una. Y otra cosa a destacar es que es complicado descansar. La gente no respeta los horarios de descanso y por el nulo aislamiento acústico hay ruidos y gente corriendo constantemente. Niños ocupando el ascensor mientras juegan... A nadie del hotel parece importarle. Al llegar no tenían sitio en el parking y básicamente te dicen que te busques la vida, así que tuvimos que aparcar bastante lejos. La piscina está bien, aunque es más pequeña de lo que parece en las fotos y lo que han comentado de que el agua estaba un poco turbia también es cierto. El wifi es de pago, cosa que tampoco me parece correcta cuando ya estás pagando una estancia. Te regalan 1h de kayak y de paddle surf y alguna otra actividad. La terraza de arriba bastante chula y el personal agradable. Las chicas de la limpieza muy amables. Una estancia algo agridulce...

La limpieza de las habitaciones deficiente, el parking lejos del hotel, piscina sucia y mobiliario en general que necesita renovación… no lo recomendamos. Lo único salvable es que el desayuno era variado.