Mediocre y demasiado caro para los servicios y calidad ofrecidos.
La llamada habitación premium en la planta baja, con vistas a la plaza con la imposibilidad de abrir la ventana sin acabar con la habitación que da a la calle, calefacción fuera de servicio sustituida por un convector eléctrico chisporroteante, una botella de agua...filtrada. en la habitación con agua con sabor a plástico, sobre todo desayuno mediocre, mermelada de supermercado, pan muy mediocre, pasteles de margarina, fruta podrida!! (manzanas), y en cantidades muy pequeñas, naranjas con jugo imposible de pelar en plena temporada de cítricos. ¡Ostentación para enmascarar la mediocridad!
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