Usuario invitado
4 de septiembre de 2023
Ha sido una estancia excelente. Es un tres estrellas, pero nuestra vez anterior en Mallorca fue en un 4 estrellas con peores servicios en general. Su ubicación en un entorno rodeado de pinares lo hace muy especial, en este sentido y teniendo en cuenta que se encuentra cerca de la playa de Palmira, la mas cercana que también es preciosa, limpia y turquesa (como todas) lo hace aún mejor , tienes la sensación de estar en la montaña y a unos metros más abajo la playa… es estupendo por su situación, merece la pena. Muy cerca también aunque con coche a unos 3km la playa de Camp de mar, más pequeña pero preciosa también. Tiene bastantes piscinas, y siempre hemos encontrado buen sitio en hamacas para poder disfrutarlas con nuestro peque de 5 años, decir que las infantiles son geniales, la del bar de la piscina, donde hacen los espectáculos nocturnos y la de toboganes pequeños, aquí es donde mejor se aprecia la situación del hotel. Muy bien cuidadas todas y muy limpias. Tienen un parque infantil y es donde está el mini club, y su equipo, jóvenes y muy atentos. Un 10 para ellos que se lo curra muchísimo…. Las comidas, teniendo en cuenta que es un 3* están muy bien (el año pasado estuvimos en un Riu, 4*) es fresca, y hay comida en vivo, el primer día hicimos cena y los langostinos a la plancha estaban buenisimos) hay fritos como en todos los hoteles… pero esto le encanta a los guiris, con todos mis respetos, que aquí son todo familias y muy respetuosas ehh?? En horarios está pensado para ellos, hay que bajar como mucho a cenar a las 21,00, porque a y media retiran buffet, para nosotros no es mala hora, solo un día llegamos a la carrera… ( 21,25) y nos dejaron perfectamente que cogiésemos todo lo que necesitáramos antes de retirar nada… súper bien y atentos a ésto.. Pero es así, aquí los españoles somos un 5%… si si, no vais a ver apenas españoles ni en el hotel, ni en la playa…. pero lo dicho, toda la gente educada y tranquila… no es sitio de “balconing”… Las bebidas incluidas están bastante bien, exceptuando los vinos… como no los mezcles con limón y te hagas un tinto de verano… es difícil de beber, pero el gin-tonic incluido y los cócteles como el piña colada o el mojito, geniales, y si te los sirve Joan, que es un camarero que se encuentra en el bar piscina, pues mejor, mención especial para él y para todos los camareros y camareras del hotel, en general. TODOS LOS TRABAJADORES DEL HOTEL SON ESTUPENDOS y es que hay que decirlo, Joan (en piscina) María Jesús (jefa de comedor) y otros tantos, que se involucran al máximo para ser partícipes de nuestro disfrute en estos días. La habitación era una doble estándar, antigua, muy antigua, pero limpia y de colchones cómodos. Cuando entras a la habitación no da buena impresión, somos pareja joven y siempre en hoteles bastante nuevos y modernos, pero evidentemente lo esencial es la limpieza y la comodidad del colchón, y esto lo cumple. Mallorca es para verla y disfrutarla y en la habitación paramos poco… pe