Hotel Louvre Richelieu

Lo mejor, la ubicación. Estas en el centro y cerca de muchas cosas y las otras llegas caminando o metro. Cerca hay un Carrefur, que a mi me sirvió mucho. Las habitaciones son cómodas y tienen tetera y todo. El techo es bajo, porque creo que el hotel es remodelado de uno de hace años. No afecta la estancia, solo uno no esta acostumbrado. Eso si, duermes muy bien, cero ruido. Igualmente, esto es algo muy personal, el hotel es obscuro, por como esta diseñado. No vi elevador y si son varias escaleras algo pequeñas. Me mandaron una liga para poder abrir las puertas y me decían que con esto ya no tenia que ir a la recepción. Pero los botones de esa liga solo se activaron cuando fui a la recepción. Tuve un tema con mis toallas, éramos 3 personas y solo habia 3 toallas de las chiquitas que son como para cara y una estaba sucia, como con maquillaje. Había un jabón que parecía que lo habían usado antes. Era ya de noche y tuve que ir a la recepción y pedir las 3 toallas grandes y el señor de la recepción me las dió.

Maravilloso.El hotel está muy bien ubicado,teniendo cerca lugares destacados de París y con muy buena conexión de transporte público.Las habitaciones son muy cómodas y el personal muy atento y amable.El desayuno es perfecto para coger fuerzas para iniciar el día. Es una opción estupenda para aloj**** en París.

El hotel está bien situado, muy cerca del Museo Louvre y bien comunicado por metro con los principales puntos turísticos a visitar. Es un hotel sin pretensiones, pero limpio y con camas muy cómodas. En las cercanías hay lugares donde desayunar, comer o cenar sin problemas. El personal fue en todo momento muy amable y nos ayudaron en todo lo que pedimos. Tuvimos que hacer un cambio en la reserva y además llegamos más tarde de lo previsto y no hubo ningún problema, sino todo lo contrario, nos facilitaron todos los trámites sin problemas. Muy recomendable dada la buena relación calidad/precio.