Usuario invitado
16 de octubre de 2022
Escogimos este alojamiento por su excelente ubicación. Las instalaciones son modernas y las habitaciones bonitas. Funciona mediante auto checkin. Nada más llegar la habitación olía insoportablemente a tabaco ( se anuncia en carteles que está prohibido fumar y que la sanción es de 50€), tuvimos que abrir las ventanas para poder darnos una ducha ya que no se podía estar allí. Éramos 3 huéspedes en una habitación reservada para 4 personas, únicamente estaba preparada para 2 (no había toallas ni botella de agua de cortesía) por lo que intentamos , sin éxito en más de 7 ocasiones, contactar con recepción para avisar de lo ocurrido y solicitar un cambio de habitación. No obtuvimos respuesta por lo que tuvimos que ir a buscar un lugar para comprar toallas y aguantarnos con el olor, dejando la habitación abierta hasta nuestro regreso a media noche. Revisando la habitación vemos marcas en el suelo de manchas, ilusamente pensamos que se había hecho la habitación y se podrían haber manchado al caminar o mover algún cubo de nuevo en la estancia. Al irnos a dormir vino la gran sorpresa ¡no habían cambiado las sábanas del huésped anterior! (vean fotos adjuntas) la cama tenía pelos de distintas personas (rubios rizados, morenos lisos, morenos cortos...) , estaba manchada y con restos presumiblemente de fluidos corporales. Nuevamente intentamos llamar, sin éxito, por lo que escribimos por whatsapp, al ver que nos leían volvimos a llamar (casualmente esta vez si tuvimos respuesta) nos indicaron que verían si aún había alguien en el alojamiento para cambiarnos las sábanas, más tarde al no haber nadie nos dijeron que intentarían localizar a alguna persona que pudiese venir a cambiar las sábanas (1 de la madrugada) por lo que le indicamos que no pasa nada, son cosas que pueden pasar. Detalle de la pregunta del recepcionista "¿están todas las camas así?, pues entonces utilicen otra cama". Somos un grupo de trabajadores y habíamos dispuesto las estancias en dos habitaciones , una para chicas y otra para el chico por lo que tuvimos que despertar al otro compañero para poder hacer el cambio de estancia entre nosotros. Al cambiar a la cama "limpia" sorprendentemente el cubre camas también estaba manchado, resultado: poner toallas en las sábanas y taparnos con la chaqueta para dormir. Hacemos check out y a medio día recibimos un sorprendente mensaje que indicaba: "Sentimos tener que tener que recordarle nuestras normas, pero está prohibido fumar en el interior del alojamiento, como se indica en múltiples carteles. Así pues, nos informan de que ustedes han fumado en la habitación, lo que son 50€ de multa. Sentimos dicho inconveniente pero hay carteles que lo indican y que hacen referencia a la prohibición por ley de fumar en el interior." Increíble que la persona que debía revisar la habitación no se diese cuenta que el huésped anterior se había fumado una cajetilla de tabaco, lo cual confirma que la habitación no se había hecho correctamente o que directamente no