Sanmartina Hotel

Excelente pequeño lugar de reposo en la histórica “Tierra de Campos”, donde se aúna la tradición, el ARTE y su adecuada ubicación.La modernidad del Hotel se conjuga con su limpieza y eficiente servicio. Becerril de Campos junto a sus villas aledañas son de cómodo acceso y conforman un único paisaje y un conjunto que refleja el ansiado progreso de Castilla.

Hemos pasado recientemente un fin de semana por la zona de Palencia y nos alojamos en este Hotel en el pueblo de Becerril. El hotel muy moderno, decorado con muy buen gusto, en un caserón rehabilitado. Habitación cómoda y tranquila. Prácticamente éramos los únicos moradores del hotel. La recepción es automática, te dan una clave para acceder y no ves a nadie hasta la hora del desayuno. Experiencia curiosa.

Una casa preciosa y un servicio excelente. Isabel y su padre pendientes de todo. Han hecho una restauración muy cuidada con un diseño exquisito. El comedor es precioso y el desayuno espectacular. Para recomendar a los amigos. No perderse el espectáculo de las estrellas.

Perfecto hotel rural, casa señorial por el exterior que se transforma en un hotel moderno, muy bien decorado y súper funcional. Habitación amplia con una cama muy cómoda. Desayuno incluido al que no se le puede pedir más (bizcocho, pastas, tostadas con tomate, membrillo y mantequilla, zumo natural, y café), todo servido a la mesa con un trato exquisito. El check in mediante password en un teclado en la entrada, y recogida de llaves en el mismo modo en una cajita interior con clave. Te llega un SMS donde te explican todo. Se aparca perfectamente en los alrededores.

Un hotel precioso, con todo lujo de detalles. Hiper limpio. Buena atención. Lo llenamos todo un grupo de amigos, cada familia estaba en una habitación. Nos acomodaron los espacios comunes para poder juntarnos todos con los niños. Jardín estupendo. Sabanas y toallas super suaves y camas con buenos colchones y grandes. Repetiría sin duda. Dueña muy agradable.

Queríamos visitar Palencia capital y la zona sur: Ampudia y Dueñas, y buscábamos un hotel con encanto para alojarnos que nos quedara cerca de todo, pero fuera de Palencia capital. Acertamos de pleno. Nos encantó. Todo nuevo, sencillo pero con un toque muy personal, muy limpio, el desayuno muy bueno al que sólo le faltó algo de fruta fresca, pero por lo demás muy rico y el bizcocho casero exquisito. El personal muy atento. Sin duda un lugar para repetir y recomendar.

Es un hotel maravilloso. No sé ni por dónde empezar. Todo 10: la decoración, las camas, el billar, el jardín, la limpieza, el concepto, el descanso, el desayuno con esa cocina abierta maravillosa... El pueblo, además tiene cosas muy interesantes que ver. No os perdáis la iglesia de Santa María. La gastronomía, tanto del hotel, como de la zona, es espectacular.

La decoración muy bonito, el desayuno muy bueno