Usuario invitado
1 de noviembre de 2022
Riad bellísimo, con detalles decorativos preciosos, no por su espectacularidad sino por su finura. Tiene un jardín muy cuidado y oloroso donde te obsequian con un té de bienvenida; su piscina es pequeña y coqueta, bonita como la casa en general. Las habitaciones son grandes, las camas amplias y cómodas, el cuarto de baño que teníamos, suntuoso, aunque un ruido continuo del extractor desmerecía el silencio del lugar. La cena fue buena, bien servida y cocinada dentro del mismo estilo delicado que caracteriza al hotel. La atención del personal fue inmejorable. Es un lugar que ofrece paz y relajamiento y que recomendamos vivamente