B&B Sweet Sleep

Estuvimos pasando unos días en familia, el establecimiento no fue lo que esperábamos, el personal muy atento y amable, la terraza muy acogedora (aunque cierra a las 23) y con vistas de la ciudad, un buen desayuno y buen precio Por contra el establecimiento está ubicado en una zona de Nápoles muy sucia y con gente rara, si bien está cerca de la estación central y facilita el movimiento Las habitaciones varían mucho de unas a otras, nos dieron 4 y dos de ellas eran excesivamente pequeñas pagándose lo mismo por todas. Distaban mucho de las que venían en las fotos de la web Tenían detalles feos como la tapa del WC de uno de los baños que no correspondía con la taza y además estaba saltada, lo cual no era agradable. Lo peor de todo la limpieza, en una de las habitaciones, al llegar estaban aún en la ducha los botes de gel y champú de los clientes anteriores (obviamente no se había limpiado) en otras dos, las manchas en el grifo y paredes de la ducha dejaban claro que tampoco se habían limpiado. Durante los días que estuvimos, también nos juntaron al segundo día, una habitación que reservamos con dos camas y las unieron con una sábana doble. Por cierto ese día aparecieron colillas en el WC y las personas de la habitación no fumaban También tuvimos problemas con las llaves de la caja fuerte, no llegaron hasta el último día En definitiva, que si cuidarán los detalles y la limpieza, sería un sitio recomendable para qued**** en Nápoles

El hotel está genial para una visita a Nápoles. Lo lleva gente joven y con muchas ganas de hacerlo bien. Tiene una amplia terraza en la que te ofrecen un buen desayuno. Las habitaciones están inspiradas en Grecia, lo que nos pareció muy llamativo también. El hotel está a 5 minutos andando de la estación de tren y autobús por lo que la ubicación es genial. En nuestra próxima visita no dudaremos de volver a este hotel.