Usuario invitado
30 de octubre de 2023
Fuimos el día anterior al cierre. No lo supimos al hacer la reserva, pero una vez llegados al hotel nos empezamos a dar cuenta. Los jabones de las habitaciones prácticamente vacios, al igual que la crema y loción corporal que hay en ellas. En el pasillo de nuestra habitación, a la llegada, había varios sacos con ropa, seguramente que para llevar a la lavandería, pero da sensación de abandono. Hicimos el check Out y el saco seguía allí. El servicio de bar por la noche terminaba a las 23, nos hubiera gustado que fuera más tiempo ya que entre cenar y esto cuando te quiere dar cuenta ya son más de las 22. En el spa el jacuzzi ya estaba vacío, la piscina climatizada la temperatura, según ponía el cartel, debía estar entre 32 y 38 grados...no creo ni que llegara a 25, y si a eso le sumas que la puerta de emergencia estaba abierta de par en par la sensación es de más frío todavía ya que esta puerta da a la piscina exterior. Las paredes del pasillo estaba totalmente descorchadas y las moquetas completamente sucias. Entendemos que era el último día, pero creo que hay cosas que por muy última día que sea no se deben descuidar tanto. Una pena porque era la tercera vez que estábamos en este hotel y no se si volveremos.