Usuario invitado
16 de abril de 2024
Un lugar para desconectar. A las afueras de Montoro. Alejado de toda civilización, pero compensa el entorno, la paz y un restaurante singular y con unos platos exquisitos. Nos sorprendió mucho. Las habitaciones son amplias. Nosotros usábamos el coche durante el dia para explorar los pueblos de la zona, luego, la cena en el alojamiento. El wifi va bien, segun qué zonas, pero nada para morir por ello.