Usuario invitado
30 de agosto de 2021
Fuimos en pareja junto con mi hermana y su novio y pasamos 3 noches en el ecolodge. La atención de Andrés para coordinar todo fue muy buena, incluso nos permitió cambiar de fecha por inconvenientes que tuvimos, eso sí lo avisamos con bastante tiempo. Las camas que nos tocaron eran cómodas y las sábanas y toallas, muy limpias. Hizo fresco durante las ocho a pesar de no contar con acondicionador de aire, el abanico hizo su trabajo. Definitivamente es un lugar para personas que amen la naturaleza, te permite desconectarte y es muy relajante. La playa del mismo hotel no es tan bonita, hay otras en la isla que son con agua más clara pero se debe tomar bote y hacer una excursión exclusivo para eso. A nosotros lamentablemente nos llovió casi todos los días y estuvo muy nublado así que no pudimos disfrutar de la playa bonita con un buen paisaje. Para os en una cascada natural de agua fría, divina durante la excursión y wn el recorrido pudimos ver ballenas. La atención es bastante buena y las personas que tienen ayudándoles son muy amables. No sé si regrese algún día pero para los amantes del Pacífico panameño, deberían ir y conocer esa isla. Sólo vayan con la mente muy abierta y so están acostumbrados a hoteles de playa no tan rústicos o entornos más civilizados, tal vez no es su lugar para ir. En términos generales fue una buena excursión, les diría que mejoren el menú de desayuno, las porciones de algunos almuerzos (no es mi vaso porque como poco, pero los varones del grupo sintieron que les faltó algo de cantidad), limpieza de los baños (por protocolo de covid no hubo limpieza de habitaciones durante toda la estancia, por el contrario siento que es mejor que mantengan el tema de limpeza). Lleven mucho repelente, a pesar de usarlo constantemente, sí se dieron festín los mosquitos con nosotros. Para el precio que pagamos debo confesar que lo sentí caro, a pesar de que entiendo lo inaccesible del lugar.Les deseo mucha suerte, gracias por todo.