Usuario invitado
9 de abril de 2024
Es un lugar de relax excelente. Todas las estancias son amplias y cómodas. El Palacio del Agua es gigante y con diversidad de formas de disfrutar del agua; lo mejor para mí: la espiral central, donde el agua te empuja rápido, las camas de agua y la "charca" al aire libre. El Circuito Celta puede valer la pena por el chorro manual de agua con una manguera a tu espalda y piernas y la charca exterior. El resto es, para mí, muy muy lento. El restaurante de la planta 0 (donde se desayuna) vale mucho la pena; no tanto el restaurante italiano, donde las pizzas de base fina y crujiente están rikas, pero el tiempo de espera es eterno...Me encantó oír tocar el piano mientras jugábamos a juegos de mesa. El desayuno es variado, está bastante bien. La habitación es antigua, pero bien amplia y estaba limpia. Hay una zona para niños, con esterillas, tele y mesa para pintar. La monitora está pendiente de ellos. Pero un niño de más de 8 años no encuentra un espacio muy divertido allí. Las fotos de la zona Kids magnifican el lugar y luego te llevas una decepción (pequeña). Lo increíble de Mondariz es su historia, sus alrededores y la tranquilidad. Vale mucho la pena acerc**** al castillo de Sobroso, al castro de Troña, a la pena dos Namorados y dar un paseo por el río Tea (en esta época muy complicado pues está todo encharcado, así que llevar botas goretex).