Posada Condado de la Mota

Preciosa casona antigua, arreglada con buen gusto, confortable y tranquila. Desayuno exquisito en un ambiente agradable. Trato muy amable. Bien situada, cerca de Santander, la Costa Quebrada y principales vías de comunicación. Especial para descansar y recargar las pilas.

No pudimos disfrutar de la chimenea en pleno mes de enero aunque lo solicitamos expresamente. Nos dijeron que no había muchos huéspedes y no la iban a encender. Vimos que la casa estaba llena. Tampoco nos enseñaron la zona de estar de la planta de abajo para descansar un poco después de estar todo el día fuera. Eran las siete y media de la tarde y ellos tenían previsto march****. Les pedimos que al menos nos indicaran dónde encender y apagar la luz para no estar encerrados en la habitación todo el tiempo. Tuve la sensación de que les molestábamos. Debido a un problema de espalda, al hacer la reserva solicitamos una almohada gruesa. Ni rastro de ella ni de explicación alguna.

Excelente.Las camas supercomodas y amplias.Impecable limpieza Desayuno casero buenisimo el bizcocho que hace Ana la propietaria .Te aconseja que lugares puedes visitar .Tiene unas vistas preciosas y mucha paz .Una cura de sueño.

Cómo visitantes repetidores de la posada reiterar nuestra valoración muy positiva. El trato y servicio de los dueños Ana y Ángel siempre excelente. Da gusto la limpieza en la habitación, jardín y zonas comunes. Agradecer las cenas caseras y el bizcocho casero en el desayuno... Lo bien que se lo ha pasado nuestro hijo dando de comer a las gallinas ... Un lugar dónde el trato es muy familiar haciendo que la estancia sea inmejorable. Muchas gracias por vuestro trabajo y el buen trato recibido. Carmen

La cena del primer día,productos de calidad y perfecta elaboración...ole y ole por la tortilla de calabacín.Habitación hiper limpia y acogedora.Ana y Angel super atentos y encantadores.Entorno inmejorable,cabritas,gallinas,el lorito y la perrita Perla han hecho que nuestra estancia se nos haya hecho corta y nos queden ganas de volver.Muchas gracias!!!!!!

Regresamos dena corta estancia por segunda ocasión y salimos encantados de nuevo. Trato familiar y buen servicio. Cenas caseras y desayunos con bizcocho recién hecho. Lugar ideal para ñiños con el gallinero y la cabrita. Gracias por vuestro trato. Carmen

Acogedora posada, muy bien situada para visitar varios de los lugares más representativos de Cantabria. Cuenta con zona de jardín con mesas de picnic. Nos alojamos en la habitación doble con terraza. Se trata de una habitación de buen tamaño, con cama king size. El desayuno sencillo pero rico, más que aceptable para el precio (algunos días incluye bizcocho casero). Los dueños muy amables. Estuvimos muy a gusto.

La posada es un lugar perfecto para descansar y para rodearte del entorno rural cántabro. La habitación era muy bonita y acogedora aunque un poco fría, entendible por el entorno y por ser invierno. El trato es excelente y el desayuno muy bueno. Asimismo, está cerca de buenos restaurantes que te recomienda Ana y cerca de preciosas playas. Sin duda una experiencia muy positiva. Además, permiten perros y tienen animales en la posada. Repetiré.

Muy buena atención, servicios y ubicacioón!! Volveremos sin lugar a dudas:) las habitaciones cuidan cada detalle y son perfectas para poder descansar y desconectar de la rutina, la ubicación es perfecta si quieres conocer los alrededores y el jardín esta super cuidado