Usuario invitado
12 de enero de 2023
Este hotel es perfecto para visitar Milán con comodidad y en un ambiente único. Sin duda lo mejor es su localización, está al lado de todo los puntos importantes: cruzas la calle y ya estás en el cuadrilátero de la moda, la Scala a 2 minutos andando y por lo tanto las galerías y la plaza del duomo también. Hay otros hoteles que tb disfrutan de esta maravillosa localización, pero son más modernos. En este hotel vivió y murió Verdi y las principales figuras de la ópera han pasado por aquí cuando han actuado en la Scala. Totalmente renovado, pero manteniendo los muebles de época restaurados, se respira el ambiente glamuroso de Milán . Con unas zonas comunes repletas de flores naturales y aroma de Acqua di Parma ( las amenities son de esa marca), dulces de bienvenida, agua de cortesía … todo lo habitual en un cinco estrellas muy merecidas. El personal muy agradable y eficiente, el servicio de limpieza impecable. El desayuno, el buffet no es gigante pero tiene de todo y de calidad, y tb puedes pedir tortilla, huevos fritos, tortitas y demás que te lo preparan en el momento. Nosotros estuvimos en la suite Visconti, que es amplia y espaciosa y el baño muy completo. Si volvemos a Milán sin duda volveremos a este hotel.