Usuario invitado
31 de enero de 2023
Este hotel se encuentra a menos de medio kilómetro del teatro romano, el anfiteatro y el museo de arte romano y no demasiado lejos de la mayoría de puntos de interés de la ciudad, con lo que en cinco minutos se puede llegar a pie a estos lugares. El hotel cuenta con parking de pago, aunque nosotros estacionamos nuestro vehículo en la calle a la puerta del hotel sin mucho problema para encontrar sitio. El precio del hotel es bastante asequible, nosotros pagamos 70 euros por una noche para tres personas en una habitación, con desayuno incluido. La habitación no era demasiado grande, con poco espacio para abrir maletas. Era tranquila, sin tener que sufrir ruidos que importunaran el descanso. Las camas y almohadas no eran especialmente cómodas, pero no tuvimos problema para dormir porque estábamos cansados del viaje. La televisión era plana y admitía USB. Hay señal wifi de internet y aire acondicionado. El baño estaba bien de tamaño y disponía de bañera. El trato en recepción fue bastante correcto y nos dieron un plano de Mérida para orientarnos en nuestra visita. El desayuno es algo pobre. Se desayuna en la cafetería y puedes pedir a quien atienda un café, leche con cacao o infusión (lo que se puede pedir en cualquier bar), y como acompañamiento puede pedirse algo de bollería o pan para untar o echar aceite. Sirven lo que podrías pedir en cualquier bar para desayunar. Lo mejor es su ubicación, que lo convierten en una buena base para descubir la ciudad a pie, y el precio también está bien. Las instalaciones van estando un poco viejas y no es especialmente cómodo, aunque se puede descansar.