Usuario invitado
24 de agosto de 2022
A ver, dos cosas: Una: la habitación siempre limpia, ( os recomiendo el estudio familiar, sin duda) pero otra muy distinta son las instalaciones, su manejo, su personal y la fauna. Si, ya sé que tiene toboganes, y son geniales, pero sin supervisión de ningún tipo. Nadie comprueba quién se lanza, quién hay abajo; el suelo es muy resbaloso, con caídas constantes, los encienden dos horas por la mañana y dos horas por la tarde; y ya está. Todas las piscinas están obsoletas, con una cantidad de cloro que asusta; y además lleno de abejas por doquier, en serio, como las bebidas azucaradas hay gente que las lleva incluso al agua, pues acuden miles, por todas partes. Vi una caída de un señor por meter el pie en un agujero que debía de estar tapado por una rejilla que no existía....y así muchos más. El volumen de la música a lo largo de todo el día y la noche ( hasta medianoche) es exageradamente alto, te recomiendo habitación lejos de las piscinas. El buffet siempre el mismo. No hay lomo, salchichas, ningún derivado del cerdo ( normal por sus creencias) pero si hay cerveza y vino, malo y de la tierra, sin varidad, pero hay. ( solo cerveza una marca, del país y ya está) no hay descafeinado ( no saben lo que es) no hay sobres de cacao, tipo cola cao o nesquick; le leche sólo entera, fruta escasa, El personal muy servicial, la mayoría, otros pasan de tí y son hasta desagradables. En fin, por la habitación doy un muy bueno, pero por el resto, no. Mal. Peligroso.