Usuario invitado
9 de abril de 2023
Un oasis en mitad de la Medina. Por fuera nada te puede hacer pensar en lo que vas a vivir dentro de los muros del Riad. Todo de marmol blanco, ya solo entrar impresiona de lo brillante, acogedor y tranquilidad que se respira en su interior. Las habitaciones excelentes. Se suma que cuando llegas cansado de andar o excursiones por MArrakech tienes a tu disposición un spa en el sótano del Riad, todo tranquilidad. Si además quieres pasar una noche ( o parte de ella) bajo las esptrellas no tienes más que subir a su terraza, simplemente espectacular.. La atención del personal no se puede mejorar, siempre a tu disposición. El desayuno muy completo, fruta, zumo, cereales, queso, panes, etc... y a 5mm andando de la Plaza Jeemma El Fanna. En pocas palabras un acerito