Usuario invitado
21 de agosto de 2021
Una maravilla. La isla es preciosa, el atardecer en la water villa -que es algo único-, la increíble amabilidad de todo el personal, la comida -muy buena y variada en el Manta, con las cenas temáticas a la cabeza, y excelente en el Alizee-, los cócteles, el ambiente...y, sobre todo, unos arrecifes repletos de vida marina. Al margen de miles y miles de peces de todos los colores, vimos, simplemente haciendo snorkel, tortugas, rayas, tiburones, morenas, e incluso una manta enorme y preciosa. También es impactante la excursión al tiburón ballena (vimos cinco, y uno de ellos en superficie y muy muy cerca). Queremos agradecer su atención a toda la gente que trabaja en el Constance, desde Henri hasta el encantador Zidhan, y a todos los de Blue Tribe (Mauro y Érica, muchas gracias por habernos permitido compartir esos momentos con los tiburones ballena, una ilusión cumplida; y Claudia, muchas gracias, un abrazo de estos españoles a los que atendiste en tu primer día). Y queremos hacer una mención especial a Mani, que cada día nos recibía por nuestros nombres con una sonrisa en el Manta Restaurant detrás de la plancha para hacernos disfrutar con la comida. Incluso aprendiendo a pronunciar "Noelia". Ha sido un sueño. Muchas gracias de corazón. Luis y Noelia