Usuario invitado
1 de abril de 2024
Hostal en un antiguo edificio en una bonita plaza casi al lado de Callao y de la Gran Vía. La localización era importante para mí y me vino muy bien. Tiene un supermercado justo al lado y muchos sitios donde comer. También destacar que es de los pocos que reservaba suelto el día del fin de semana y que no obligaba a qued**** más días que no podía tomarme libres. El precio, también ajustado para el centro de Madrid. El cuarto, bien de tamaño para una persona. La cama era bastante cómoda y calentita. A los pies tenía un radiador que calentaba mucho. También había en el cuarto: una TV, un armario con espejo, una mesa y una silla, aire acondicionado y un hervidor de agua, muy práctico, con infusiones y taza en una bandeja. Había dos ventanas altas a las que no llegaba, pero no me importaba que fuera un cuarto sin vistas o interior. Destacar que había wifi y un teléfono en el cuarto. Creo recordar que me hicieron una llamada despertador que pedí. El baño estaba integrado en el cuarto y separado por pequeños muros. La ducha, en la derecha, buena cabina que cerraba bien y con agua caliente. Al otro lado, el retrete, toallero y secador. En el centro, un lavabo con sobres de gel, un espejo y una papelera. En los pasillos había algunas máquinas de vending con comida y bebida. Decir que hay unas escaleras desde la recepción hasta los cuartos, por si es problema para alguien. El personal siempre amable y me recibía con una sonrisa. Por la noche no había nadie en recepción, pero creo que hay alguien de guardia. De todos modos, te dan la llave del patio. En lo negativo, hacía un poco de calor en la habitación una vez te metías en la cama, por lo que quité la manta de pelo que tenía. No se podía regular la calefacción. También me faltó algún enchufe para el hervidor y el móvil, pero usé el de la lámpara de la mesilla. El ascensor era un poco pequeño y antiguo. Yo iba con una mochila, pero con más equipaje puede ser un problema.