Este hotel tiene una estética muy agradable y está ubicado justo al lado del paseo marítimo. La playa está a sólo unos minutos a pie del hotel, pero la zona de la piscina también es muy bonita. Nos lo pasamos genial y, en general, casi todo el personal fue fenomenal. Dicho esto, tuvimos una interacción realmente negativa con un camarero durante la cena.
Un camarero en el servicio de cena fue muy grosero con mi esposa y conmigo frente a todo el comedor. Hizo un comentario grosero acerca de que nos sentáramos cuando era un área para sent**** usted mismo y la recepción nos había indicado que lo hiciéramos. Luego, inicialmente se negó a atendernos porque no teníamos la pulsera de nuestra habitación a pesar de habernos registrado en la recepción del comedor y haber verificado que éramos invitados. Me dijo que saliera a buscarlo para poder pedir agua, luego se alejó de la mesa. Intenté hablar con él y pedirle que cargara a nuestra habitación y con gusto podemos verificar nuestras identidades, que es exactamente lo que hicimos para el almuerzo más temprano ese día (tuvimos que hacerlo porque nuestra pulsera no había funcionado antes y el camarero del almuerzo comentó que esto sucedió en ocasiones debido a problemas técnicos y de wifi). Dijo que no era posible y que tenía que irme y volver. Fui al frente y les conté el problema y me dijeron que no necesitaba mi pulsera y que ellos se encargarían de ello. Trajo nuestra agua, puso un recibo en nuestra mesa y no habló con nosotros durante el resto de la cena.
Todos los demás miembros del personal hicieron todo lo posible en todos los sentidos.
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