Hotel La Farola del Mar

Un hotel con una excelente ubicación, tranquilidad y excelente servicio. Se encuentra en una zona de playa estupenda, cenamos muy bien, tanto en los alimentos como en la atención. Las habitaciones son normales, sin grande lujos pero buenas para pasar una noche. desde luego, un local para repetir y disfrutar de unas vistas al mar.

La habitación correcta en cuanto a calidad/precio. El almuerzo en el restaurante no fue una buena experiencia, habíamos estado en dos ocasiones anteriores hace algunos años y siento decir que no tiene nada que ver con lo que nosotros recordábamos de las dos ocasiones anteriores ni por la calidad ni por el precio, desconozco los motivos, pero en este plan no le auguro un buen futuro, sintiéndolo mucho ya que era y digo era un sitio que le teníamos un especial cariño. Lo mejor del sitio las vistas

Nos acercamos a tomar un café impulsados por las vistas de la MARAVILLOSA piscina natural que se disfruta desde su terraza y al llegar el Doctor en tráfico y movilidad urbana 🤣🤣🤣 diligentemente y con gran simpatía nos informó de donde aparcar y tomar el café...UN CRACK!!! MIL GRACIAS

Muy mala experiencia. Teníamos reserva y llegamos 10 minutos tarde y nuestra mesa estaba ya ocupada, por lo que no dijeron que esperásemos un poco, lo normal, fue culpa nuestra. La cosa fue que nos tuvieron más de 1 hora esperando diciendo cada poco que nos estaban preparando la mesa y no nos sentaban, mientras que llegaba otra gente sin reserva o con la hora de su reserva atrasada y a todos les sentaron (estábamos tomando algo cerca de la zona de reservas y lo escuchábamos mientras esperamos). La verdad que fue un gesto muy feo y se rieron de nosotros.

El hotel está en un sitio privilegiado pero un poco de amabilidad por parte del propietario no estaría mal. Una cara de perdona vidas siempre que te hacia sentir mal. Cierto es que el primer dia nos dejamos liar para quedarnos a comer y su recomendación del arroz pitu peluya o algo así fue nefasta pues estaba bien elaborado pero dulce y no sólo no trato de arreglarlo, sino que no tuvo ningún detalle, ya no dejar de cobrarlo, pero invitarte al café o los postres lo debería haber hecho, aparte, 4 chuscos de pan 4,80€ excesivo; las almejas excelentes. Se comprometió a probarlo pero todavía espero respuesta. Casa cosa que le pedías (por ejemplo no habia tapón en los baños, o que la sabana bajera no cubria el colchon era una mala cara. En cambio las personas de servicio, muy amables y serviciales, me dirijo a ellos siempre. La habitación que nos tocó, calurosa y da a la terraza del restaurante, por lo que hay jaleo a las horas de comer y cenar. Cosas buenas: las vistas desde las terrazas del restaurante, la proximidad al agua, el parking privado y excelente te desayuno

La comida de este sitio es una tomadura de pelo. El sitio es espectacular, pero no cuidan para nada al cliente, ni con la comida ni con el servicio. Tomadura de pelo total. Una lástima, porque solo hay dos sitio para comer en esta playa. Id al otro. Ni lo dudéis.

El sitio es espectacular. Tiene unas vistas increibles. Ahora bien, la comida y servicio, nefastos. Tomamos una tabla de quesos (secos), una morcilla (asquerosa), croquetas (como rocas) y bravas (salsa liquida). El camarero no tenia modales ni ganas de currar. Teniamos ue levantarnos para pedir. A penas hablaba. Nos miraba mal. (Para los jefes: este chico estaria en los 40, tatuado y rapado. De verdad, no merece trabajar en un sitio tan especial como ese)