Usuario invitado
13 de julio de 2023
El hotel está en un sitio privilegiado pero un poco de amabilidad por parte del propietario no estaría mal. Una cara de perdona vidas siempre que te hacia sentir mal. Cierto es que el primer dia nos dejamos liar para quedarnos a comer y su recomendación del arroz pitu peluya o algo así fue nefasta pues estaba bien elaborado pero dulce y no sólo no trato de arreglarlo, sino que no tuvo ningún detalle, ya no dejar de cobrarlo, pero invitarte al café o los postres lo debería haber hecho, aparte, 4 chuscos de pan 4,80€ excesivo; las almejas excelentes. Se comprometió a probarlo pero todavía espero respuesta. Casa cosa que le pedías (por ejemplo no habia tapón en los baños, o que la sabana bajera no cubria el colchon era una mala cara. En cambio las personas de servicio, muy amables y serviciales, me dirijo a ellos siempre. La habitación que nos tocó, calurosa y da a la terraza del restaurante, por lo que hay jaleo a las horas de comer y cenar. Cosas buenas: las vistas desde las terrazas del restaurante, la proximidad al agua, el parking privado y excelente te desayuno