Hotel La Vella Farga(La Vella Farga Hotel)

Todo lo que se pueda escribir de este hotel se resume en una palabra: soberbio. Situado a unos 8 km. de Solsona, literalmente en el medio de la nada, emerge este hotel como un auténtico remanso de paz. Parking exterior cubierto. Recepción cálida y personalizada (te invitan a una copa de cava en una de sus terrazas, mientras miras el plano y acaban los trámites del check-in). Las maletas, ni preocuparte. Ya están en la habitación. La habitación doble es perfecta. Grande, espaciosa. El único pero es que el aseo està conectado con solo una cortina opaca. A nosotros no nos gusta pero entiendo que que cada vez es mas usual. Bañera y ducha a la vez. La ducha, fabulosa. Y la cama, super comfortable. Varias bebidas en el mini bar, gratis. El área de la piscina es formidable. El agua, a temperatura ambiente. Hamacas comodísimas. Servicio de bar. Relax total. Todas las áreas comunes del hotel están fantásticamente decoradas. Se nota el gusto del propietario en ir adquiriendo soperas, muebles, cornucopias, etc... Y en cuanto al desayuno, que decir más. Brutal. Es a la carta, con todo tipo de platos que te hacen al momento. Pero es que además, cuentas con un buffet con todo tipo de embutidos, dulces, fruta, etc... Zumo de naranja recién exprimido. Muy buen café. E incluso puedes redondearlo con un poco de cava. En resumen, una experiencia sensacional. Entendemos perfectamente que esté incluido en la cadena Relais & Chateaux.

La propiedad es hermosísima, se nota la atención a los detalles en cada rincón. Todas las habitaciones son diferentes, con una decoración particular lo cuál hace la experiencia muy interesante. Las vistas son increíbles y el entorno bellísimo. Nosotros nos quedamos en la habitación Gisela, que está situada en el último piso del edificio principal. Es de muy buen tamaño, iluminada, y tiene un balcón con mucha privacidad y una vista privilegiada. También cuenta con una chimenea y un jacuzzi. La calidad de Relais & Châteaux se ve en todos lados, desde las toallas y sábanas inmaculadas, productos de baño con hermosa fragancia, limpieza óptima, comida de primera calidad, y un servicio deslumbrante. Quisieramos mencionar en especial a Kaosara, Cristina y Jenny que nos atendieron con una gran sonrisa en todo momento e hicieron todo lo posible para hacernos sentir como en casa. Un servicio digno de un hotel 5 estrellas. Esperamos volver pronto!

Un bonito hotel en un paraje idílico en medio del Solsones. Muy tranquilo, el hotel está muy bien decorado. Ideal tanto para verano gracias a sus amplias terrazas y su bonita piscina, como para invierno gracias a sus acogedoras salas comunes. Las habitaciones son amplias y cómodas. La restauración es correcta, aunque varios platós de la carta tiene un suplemento considerable sobre la media pensión. Especial mención a los postres de chocolate que estaban muy buenos. La carta de vinos es cara y no hay vinos de precios medios, y los pocos que hay, la calidad precio es desequilibrada. El servicio tanto en el hotel como en el restaurante es muy amable, correcto y atento.

Es un hotel maravilloso, exquisita elegancia, nosotros estuvimos en la habitación Gisela, preciosa, con chimenea, salón, baño espectacular con una gran bañera redonda, una enorme terraza Un gran detalle el minibar es de cortesía del hotel Restaurante buenísimo Probamos también los masajes, buena masajista, relax total El hotel tiene varios espacios interiores con gran elegancia y calidez El exterior es muy grande, para pasear, tomar algo Tiene piscina exterior para el buen tiempo El desayuno espectacular El personal del hotel un 10, te miman en todo momento, Felicidades, uno de los mejores hoteles que he estado

Tres dias maravillosos de desconexión total. El hotel maravilloso, atención exquisita!! Todo muy bien,0 Pero al menos en nuestra habitación, no nos gustó nada la distribución del baño. Cero intimidad, aunque estes con tu pareja, hay “cosas” que se hacen en privado… pues todo Cristal y ni una puerta. No era nada cómodo. Y la ducha nada apetecible. Ese fue el único PERO q encontramos y que deberían solucionar…

Esta masia/ hotel es una autentica maravilla dentro de un remanso de paz y belleza inusuales. Es una obra de arte donde cada rincón está ideado y decorado con todo detalle. Además cuenta con un excelente restaurante que te hace más agradable la estancia y un servicio amable y muy profesional. De los mejores hoteles que he visitado y que no te dejará indiferente pues todo es genial.

Un hotel encantador, decoracion, detalles, perfecto. La situacion tambien es privilegiada, un marco incomparable.Ideal para un fin de setmana en pareja, relax i desconecsion total.Trato agradable i buena comida en el restaurante del hotel.

Aunque fuimos por trabajo, encontramos en pleno agosto el lugar perfecto para la concentración y el ambiente inspirador. A pesar de estar trabajando todo el dia, hay muchos espacios que te lo hacen muy ameno, la maravillosa sala-biblioteca, los distintos salones, las mesas en el porche o incluso exteriores. Situación i vistas maravillosas. Gastronómicamente excelente, cocina muy bien cuidada y muy saludable. El trato de los propietarios i del personal dignos del espacio que cuidan, muy agradable sin excesos. Habitacion GIsela muy confortable. A pesar de que el espacio es grande y está extremadamente cuidado, no te tropiezas en ningún momento con personal de soporte. Silencio para unos días de concentración maravillosos. Gracias a todos los que lo habéis hecho posible. Nos volveremos a ver seguro.

Edificio, decoración, piscina, trato del personal, todo perfecto. Pero si decides llegar un lunes lo tendrás dificil para comer o cenar. Carta super reducida con una selección discutible. Y si comes en la piscina un 20% d incremento. Feo.