El hotel, restaurante, y desayuno están increíbles. Igual a su ubicación muy conveniente al Barranco y la costa.
Mi única queja es la condición de la bicicleta que me dieron para utilizar mientras me quedaba en el hotel. Estaba en tan mal arreglo que no me di cuenta de que el manubrio estaba peligrosamente suelta y no atado bien al tubo delantero del bici hasta que yo ya estaba montando e intenté girar y cruzar la calle enfrente. Tengo mucha experiencia con pasear en bici, y aún así se me cayó enfrente del tráfico y fue una experiencia aterroriza. Y por estar muy ocupados con la hora de despedida de otros huéspedes, nadie me hizo mucho caso cuando volví y me quejé. Si van a tener bicis para el uso de los huéspedes, hay que asegur**** de que estén en condición segura.