Hoteles cerca del Centro de Interpretación del León Judío y del Camino de Santiago, León

Di vuelvo probaré otras opciones.La situación es algo alejada del centro pero asequible y eso ya lo aceptas cuando reservas. Por la zona se puede aparcar gratis por lo que el parking no merece la pena pagarlo. En la zona no hay mucha oferta de restaurantes así que no queda otra que desplaz****. Andando unos 15-20min al centro y por una calle sin minimum problems a ninguna hora. El hotel deja que desear en algunos aspectos: Las habitaciones necesitan una remodelación profunda. Las camas son muy duras y el ruido de los muelles de las mismas es muy incómodo al igual que las mismas. No tener enchufes en ambos lados de la cama no es cómodo. La calefacción no tiene potencia estar a 30 grados y nivel máximo 3 sin poder calentar la habitación no está bien. El baño es pequeño, muy pequeño con dificultad para una persona alta. La puerta completamente abombada de humedad. Sin algún elemento de higiene básico. La iluminación muy mejorable. El armario complicado de deslizar por la fuerza necesaria. Moqueta debería ser remplazada por suelo de parquet o baldosa. El restaurante podría tener temperaturas más óptimas, hacía realmente frío. El café mejorable con más opciones y reparar la cafetera que está desviada la salida manchando la taza y el usuario. La calidad de la zona de embutido y quesos deja mucho que desar y más estando en Leon que debería abrirte las ganas a comprar productos de la tierra. Lo mismo sucede con el pan que Leon lo tiene muy bueno y aquí esa calidad brilla por su ausencia. No puedes poner que el zumo de naranja es natural si no lo es. No soy de comer bollería pero hay opciones más típicas a tener en cuenta. Además de que no hay productos saludables para poder tener un desayuno más completo. Los ascensores pueden ser una locura según la hora del día… Eso sí el personal es atento y amable en todo momento.

Hemos pasado dos noches en ese hotel en el centro de León. Tiene un parking subterráneo que tiene acceso directo al hotel con un coste de 13 Euros por día. La ubicación del hotel es perfecta. Te permite visitar las cosas mas importantes de la ciudad a pie sin mover el coche. Las habitaciones modernas, limpias, bien equipadas. Solo hay posibilidad de hacer café, echaba de menos una infusión. El baño muy completo con todo que se puede desear. El desayuno muy completo, fruta fresca, todo perfecto. El personal amable y con ganas de ayudar y dar consejos. En total una muy buena experiencia.

I olor a tabaco insoportable en la habitación!!! No me ofrecieron ninguna solución. Secador roto y sucio, desayuno : pan duro, huevos fritos tiesos, el lugar parecía un centro de reciclaje. Tuve que estar 4 dias de trabajo , y realmente ni si quiera pusieron un ambientador en la habitación por el duro olor a tabaco!! El finde semana nos dijo la señorita d e recepción que el bar no abría, y nos puso como solución a las 8 de la tarde que fuésemos al bar del hospital de enfrente. La limpieza deja mucho que desear y el gel de la bañera y el de las manos ponen el mismo ( y bote a mitad ….) Realmente una mala experiencia! Menos mal que el resto de LEON es muy bonito .Gracias

Nos han acogido como en casa, incluido nuestro perro grande, pudiendo acceder con él (atado y a nuestro lado) a todos los rincones del establecimiento. El trato del personal ha sido exquisito y muy familiar. Habitaciones amplias, con buenas comodidades como calefacción, toallas, almohadas y cojines... el secador hay que pedirlo en recepción porque los huéspedes anteriores se los han ido llevando, pero son de muy buena calidad. Emplazamiento súper tranquilo en medio de una etapa del Camino de Santiago con mucho campito donde hemos podido soltar al perro sin tener ningún problema (aviso: todo lleno de conejos). En cuanto a cocina, he puesto reseña en La Trattoria de Adriano, pero adelanto que a cada plato, todo más bueno si se puede (para los sibaritas del arroz con leche, mi completa recomendación como postre tras una hamburguesa).

Estuvimos 4 noches en noviembre. La situación es perfecta, tanto para comprar, como para comer/cenar e ir de tapas. Está el parking público de detrás de la catedral que es económico y hay 5 min andando como mucho hasta el hotel. La privacidad es lo que más nos gustó sin duda. Todo automatizado y muy bien explicado por whatsapp para entrar tanto en el hotel como en la habitación. Está completamente insonorizado, pero recalco: al interior del hotel. Si que es cierto que las ventanas aíslan bastante el ruido del exterior, lo malo es que a partir del jueves que la gente sale de fiesta, como tengas el sueño ligero (como es mi caso) se oye bastante a la gente que pasa por debajo. Nosotras tuvimos la mala suerte de que dos de las noches hubo bastante jaleo debajo del hotel y nos dormimos de madrugada... Por lo demás, perfecto. La habitación preciosa y todo lo necesario para pasar unos días.

Nos alojamos por su ubicación (muy céntrico, en una plaza del barrio húmedo llena de bares y restaurantes) y su precio (poco más de 50 euros la noche). Aunque tienen habitaciones compartidas, nosotras éramos tres amigas que nos quedamos en una habitación triple (una cama de matrimonio y una litera individual encima) con baño privado. Todo bastante limpio y moderno.. la cama muy cómoda, la habitación silenciosa… Además había un pequeño desayuno cortesía de la casa de cafe y tostadas…. La única pega que tuvimos es que en el baño salía un olor bastante desagradable en algunas ocasiones…. No duraba demasiado, pero no era nada agradable que oliera mal de repente.. por suerte, no duraba mucho.

Estuvimos hace muchos años en el Hostal, pero la verdad es que sigue siendo un Parador de referencia. El Edificio es una maravilla y la verdad es que la reforma realizada ha dejado las habitaciones muy renovadas (Duchas, etc.) y da gusto aloj**** en este Hotel. Nos ha encantado como ha quedado la Biblioteca y el acceso que tiene a ver la Iglesia de San Marcos, desde el balcón, como lo hacían los Reyes. Muy buen servicio también en la cafetería y en el comedor. Tal vez, por indicar, algún punto a mejorar creo que los dulces del desayuno (Bollos, pasteles, etc.) no están a la altura de lo que se debería dar, pudiendo ofrecer productos típicos de la región como los Nicanores, productos de las monjas y no, productos de pastelería industrial. Otro tema a mejorar creo que serían los yogures, que se deberían ofrecer algunos caseros.

Teníamos previsto alojarnos con nuestra mascota el fin de semana que apareció lluvioso y desapacible con alerta de tormentas y finalmente decidimos no ir fundamentalmente por lo incómodo y molesta que es la lluvia para nuestra pequeña perrita. A pesar de que avisamos el mismo día previsto para la llegada fueron muy amables y entendieron la circunstancia y como pudieron ocupar nuestra habitación con otros clientes, no llegaron a cobrarnos el importe de la habitación minimizando así el disgusto de no haber podido conocer León. Amabilidad 100% en todo momento. Por otra parte, en el momento de la reserva ya se mostraron muy eficaces ofreciéndonos la reserva del parking y el checking on line. Sin duda será nuestro alojamiento cuando podamos ir.