Usuario invitado
25 de agosto de 2023
Lo que más nos gustó fue que las habitaciones eran amplias y tenían una buena distribución, así como la distancia del hotel tanto al pueblo (Lasarte) como al resto de pueblos del País Vasco, ubicación excepcional. Sin embargo, se trata de un hotel muy poco accesible para personas con algún tipo de dificultad o movilidad reducida, la entrada es todo escaleras, ni una sola rampa o ascensor. Hay muy poca luz en el baño y el acceso a la habitación es mediante llave tradicional (exageradamente grande). Pedimos en recepción el primer día que no entraran a realizar la habitación hasta nuestra salida debido a una alergia y no se tuvo en cuenta, fue necesario volver a repetírselo para que sí lo cumplieran. A recalcar la inexistencia de neverita o minibar en la habitación así como de aire acondicionado, es un ventilador pobre y escaso para la temporada de verano.