El hotel está muy bien situado, apartamentos confortables y limpios, con decoración cuidadosa. La posibilidad de un estacionamiento a precios muy asequibles en el centro de la ciudad es apreciable. Las camas son de calidad. Sin embargo, el proceso de llegada autónoma, sin duda práctica, basado en el código QR, es un poco difícil. En nuestro caso, lo más difícil fue descubrir que la petición de preparar el sofá en la cama (expresada en el momento de la entrada por teléfono, fue mi error porque escuchar a la persona en el teléfono, En este establecimiento se puede leer sólo SMS y correo electrónico y no se acostumbra a la voz humana...) no se ha respetado. Después de 6 horas de camino y de cierres, me he ido a la aventura para encontrar la toalla, un cuchillo, un cuchillo de cuchillo, un auricular, etc. Y tener que preparar el famoso sofá cama ... Por último, la lámpara de la estancia se quedó en pantalla durante 3 días, aunque Seguir recibiendo el SMS (uno más) justo después de la entrada al apartamento invitando a un vaso de bienvenida en el establecimiento de restauración adjunto. Así que un buen establecimiento, pero que merecería un poco de alma y de presencia humana con una gobernante digna de ese nombre.