En el hotel Clarín de Oviedo no tienen vergüenza ni la conocen. Después de hacer una reserva con más de dos meses de antelación para el último fin de semana de julio por vía telefónica, se equivocan y escriben en la reserva el mes 8 en lugar del 7. Inicialmente nosotros no advertimos este error. Hacemos sucesivas llamadas durante esos días para confirmar la reserva y preguntar recomendaciones y demás y, a pesar de pedir el nombre y fecha de la reserva, ellos siguen sin darse cuenta del error. Llegamos a Oviedo desde Cádiz a las 11 de la noche, un grupo de 9 personas y un bebé de 1 año para cuando, al llamar para avisar de que llegamos en 30 minutos nos dicen que no existe tal reserva. (Imagínense el momento). Miramos el papel de confirmación de la reserva y vemos el error del mes. Se lo comunicamos a la recepcionista para pedirle que nos ayude a encontrar una solución y ella, de muy malas formas, nos dicen que el error es nuestro por no comprobarlo y que nos busquemos la vida, que el hotel está lleno y que no van a hacer nada. (Repito, todo esto con un bebé de 1 año a las 11 de la noche y en el autobús que nos llevaba del aeropuerto hasta, supuestamente, el hotel). Le pedimos que, por favor, nos ayuden al menos a buscar otro alojamiento dada la hora (ellos conocen el sitio mejor) y la respuesta, de malas formas, es que solo nos pueden conseguir dos habitaciones para que al menos el bebé no duerma en la calle. (¿Y el resto de afectados, no son personas?). Colgamos al ver que no íbamos a conseguir nada y comenzamos a buscar, a contrarreloj, otro alojamiento a las 12 de la noche en un lugar desconocido e (insisto) con un bebé de 1 año dormido encima. Tuvimos suerte y en otro hotel de la ciudad (El Exe Palacio de Cristal) al contarles la situación en la que estábamos se hicieron cargo de todo y nos hospedaron dando el 101% para que no durmiéramos en la calle por culpa de estos impresentables. A los dos días nos pidieron disculpas de forma telefónica. Disculpas que obviamente no se las acepto (no por el error, que fue humano y en cierto modo de ambas partes por confiar en una profesionalidad que no existía, si no - sobre todo - por la negativa a ayudarnos en un momento tan crítico para nosotros tanto por la hora como por la circunstancia y, repito, por un error que fue de ellos). En suma, os cuento la experiencia para que no os fieis ni un pelo de esta gente y para que comprobéis con pelos y señales todo lo que os den escrito. Pues no le deseo a nadie un trago tan amargo al inicio de unas vacaciones. Espero que al menos pidan responsabilidades y tomen medidas contra la recepcionista que nos atendió de manera tan nefasta a más de las 11 de la noche el 28/07/2023 (ya ven que yo sí escribo bien las fechas). Desde luego, den gracias a que no grabé la reserva telefónica y por lo tanto no puedo demostrar la negligencia., porque de haberlo hecho no duden en que tendrían muchas más noticias de mi. Atentamente, Félix Blanco
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