patxi z
5 de abril de 2021
Hotel bodega clásico y elegante, situado en la calle mayor, a dos pasos de todo lo que Laguardia te ofrece. pese que llegamos un poco antes de la hora del check in. nos dieron la habitación al momento, una habitación espaciosa , sin vistas, con una cama muy confortable. Armarios de sobra, quizás eche de menos la ausencia de frigorífico y caja fuerte, pese a que había espacio de sobra para instalarlo. Llevamos una botella de cava para tomarlo en la habitación y nos facilitaron hielo y copas para degustarlo. El personal del check in muy amable. Debido a las restricciones de horario que el gobierno vasco impone a la hostelería, el cierre de los establecimientos se realiza a las 8 a día de hoy; el hecho de estar hospedado nos permitió recibir el servicio de cena hasta las 10,lo que nos encanto, obviamente. Un servicio de cena a la carta, en la que tomamos tres platos muy buenos y unos estupendos vinos, dos de ellos de su bodega- el servicio fue amable y profesional, en un entorno elegante. un acierto cenar alli. el desayuno servido en el mismo comedor, todo de buena calidad ( buen pan, zumo natural, café rico...) Repetiremos sin duda.