540angelantoniob
8 de agosto de 2021
Excelente hotel Rural, con un trato familiar de lo que no hay. Pablo te hace sentirte cómo de tu familia y para mí eso es excepcional, atentos en el servicio, preocupados de cómo ha ido todo y con habitaciones limpias y cómodas. Sin lugar a dudas repetiriamos.... En el aspecto restauración su hijo Eloy y él, son unos muy buenos cocineros, desde la simple butifarra, las hamburguesas caseras y las patatas, que patatas más ricas ... y sobre todo, llegar un día tarde, con todo recogido y que te digan, que quieres de cenar... eso no tiene precio. Una de las noches probamos el Chuleton que con cariño preparan, las bravas imperdibles y los mejillones con su toque riquísimos. Mención especial a su vinos, de la zona muy ricos. Sin lugar a dudas este alojamiento familiar, merece todos mis respetos, de lo que no hay. Cerca de las playas de Tarragona, de Port Aventura y mención especial para visitar desde allí Siruana, pueblo precioso. Gracias familia por este trato.