Usuario invitado
27 de febrero de 2023
Llegamos a primerísima hora de la mañana al aeropuerto de Malé y fuimos recibidas por un agente muy atento que nos acompañó hacia el mostrador de Maldivianair y nos guió hacia el cómodo transfer para llegar al pequeño aeropuerto de hidroaviones. Allí nos esperaba un pequeño buffet en el “lounge” de la compañía antes de poner rumbo a Kottefaru. Todo fue muy rápido y fácil. Una vez en destino, nos recibió Asim, espero escribirlo bien, quien nos enseñó toda la isla y estuvo pendiente de nosotras durante toda la estancia. Un servicio súper amable y servicial. El hotel es una maravilla, no hay palabras para describirlo. Nos alojamos en la pool water villa y la beach villa, y ambos fueron un sueño. Las dos estaban muy limpias, con servicio de habitaciones dos veces al día (solo usamos el de la mañana), toallas complementarias para la piscina/mar, ducha al aire libre y cubierta, Smart TV, etc.. todo muy bien cuidado. Solamente tuvimos un pequeño problema con el aire acondicionado y nos lo arreglaron al momento. La comida fantástica y muy variada. Cada día se cocina un menú internacional diferente, así que puedes probar un poco de todo sin salir de la isla. El desayuno también fabuloso, sobre todo las crêpes y las tortillas recién hechas Queríamos destacar, además, el servicio de Ronnie, que nos atendió durante toda nuestra estancia en el restaurante, siempre nos recibió con una sonrisa y recordó nuestro número de habitación desde el primer día. Las playas, el gym, la piscina… toda la isla estaba excepcionalmente limpia y sus trabajadores te sonreían a cada paso. *Lo único que nos sorprendió fue el hecho de recibir botellas de agua en la habitación gratuita y diariamente, y que sin embargo, en el restaurante tuvieran un coste adicional. Ya nos informaron que están trabajando en esto, pero no entendimos tener que pagar por una botella de agua para cenar de $2,99.