Usuario invitado
15 de septiembre de 2022
No solo le sobra una estrella, sino que le sobran hasta dos. El personal del comedor y de la piscina es muy agradable, son todos encantadores; pero el hotel deja mucho que desear: instalaciones viejas, el servicio de limpieza de habitaciones se limitaba a limpiar la encimera del baño y poco más. No hay absolutamente nada de animación ni por el día ni por la noche. La terraza para tomar algo, que es preciosa, totalmente infrautilizada cuando podían meter más mesas y sillas, que estaban habitualmente llenas. Tienen espacio de sobra pero muy muy desaprovechado. El todo incluido es muy flojito, solo cerveza barata, refrescos básicos y ni siquiera helados para los niños. La "merienda" de media tarde que sirven en la piscina se agota en 5 minutos y no reponen. Y si sobra, es porque ponen una especie de cruasants rellenos de queso y otros de espinaca que, francamente, no son lo más apetecible. Respecto a la comida, es siempre lo mismo excepto un par de honrosas excepciones. Al hotel le salva su ubicación y cercanía con la capital y las vistas no solo de la costa sino del aeropuerto. Continuamente aterrizan y despegan aviones pero se ven muy de cerca, es espectacular y aunque parezca lo contrario el ruido no molesta demasiado. Ah, ni se os ocurra contratar por medio del hotel la excursión para ir a Paxos y Antipaxos. Se supone que te llevan en un barco agradable, que te vas a dar un baño junto a la cueva azul y vas a playa paraíso y que visitas la cueva. Nada más lejos de la realidad: el barco, era el más viejo y desastroso de todos. Estaba sucio y creo incluso que llevaba más gente abordo de lo permitido, ya que había "tortas" por quitarnos el sitio unos a otros después de una escala. El baño sí que te lo das, si quieres, tirándote al agua desde el barco y puedes llegar nadando hasta unas rocas, si aguantas la distancia, pero la playa del paraíso famosa la ves a lo lejos. Y la entrada de la cueva a 200 metros, el barco ni se acercó, es decir, no pudimos visitar la cueva. Y sin embargo veíamos otros barcos que salían de la cueva de hacer la visita. Después te sueltan en el puerto y te buscas la vida durante un par de horas. Un desastre. La ubicación del hotel es muy buena, eso sí. Las camas cómodas, y las almohadas también. En cuanto a la piscina, no esperes una piscina de suelo azul como ves en las fotos. Es una pisicina en cuesta, y la superficie del suelo es rugosa hasta el punto de que volvimos mi hija y yo con heridas en la piel de los dedos de los pies. Llévate unas sandalias. La limpieza del agua no nos inspiraba confianza, y aunque veías todas las tardes-noche a un operario vertiendo lo que suponemos que era cloro, a medida que pasaban los días estaba más turbia y nada de aspecto azul, etc. Al de unos días el agua estaba tan turbia que con las gafas de nadar no se apreciaba nada. Al séptimo día de estancia sí nos dio la impresión de que habían renovado o limpiado el agua, ya que olía a cloro, cosa que los días anteriores, no. Hay un par de ducha