luitours
12 de septiembre de 2022
En Estambul hay muchísimos hoteles, pero a pesar de ser verano al final descartamos uno con piscina para priorizar la ubicación y las opiniones sobre el Ottoman Park eran buenas y su precio muy competitivo así que nos decidimos y la experiencia fue buena. Nosotros viajamos al Sabina Gokhcen de aeropuerto y con un transfer tardamos 50 minutos tanto a la ida como a la vuelta. El hotel se encuentra muy cerca del barrio de Sultanahmet. De hecho, saliendo a mano izquierda estás algo más de diez minutos caminando hacia la plaza de Santa Sofía y la mezquita azul. Se ve un barrio muy tranquilo y hay algunos restaurantes de todos precios alrededor. Por la noche subíamos siempre hacia la mezquita sin problemas. Muy transitado por turistas. El hotel tiene un hall moderno y te reciben con una taza de te. Te explican todo y hay un cómodo ascensor. Cogimos una habitación estandar y es como en las fotos. No engaña. Bien de espacio, ducha moderna y aseada, amenities y botellitas de agua cada día. Buen aire acondicionado. Es cierto que nos tocó vistas a una calle lateral, pero por el tiempo que estás en el hotel,cumple su función bien. Camas cómodas y televisión de plasma. El desayuno se sirve en la planta séptima dónde hay una terraza magnífica con vistas. Cada día te traen un plato con olivas, mermeladas, mantequillas, queso y algo de embutido. Y pan. A parte te hacen tortilla si quieres, Es repetitivo, pero a nosotros nos bastó. Esta terraza se utiliza también de noche si quieres llegar para tomar una copa. Es una pena que no tenga restaurante abierto porque se podría disfrutar. En los días que estuvimos nosotros cerraban hacia las 12 de la noche. Quizás el único pero es que el wifi abierto no funcionaba y tuvieron que conectarnos al de los empleados, pero se solucionó. Por funcionalidad, precio y ubicación vale la pena.