Usuario invitado
6 de mayo de 2024
El hotel es muy bueno, la comida es muy buena. Las bebidas son excelentes y de marcas conocidas. Las habitaciones son geniales, el personal es atento y amable. Los jardines y piscinas son grandes y están bien cuidados. Desgraciadamente, sobre todo los fines de semana y por ser un hotel donde los niños son bienvenidos, lo invaden familias que quieren pasar el fin de semana y fingen que los niños no son suyos. Nunca he visto nada como esto. Los niños gritan, lloran, patean y se arrastran por el suelo del comedor. Los empleados llenan los botes de basura con comida que está tirada en el suelo. Los padres viven con otros padres o simplemente hacen como que no ven. En la entrada del hotel siempre están corriendo y gritando. Durante las comidas no se puede hablar. En fin parece una jungla, molestan a los demás huéspedes y la excusa es que el hotel es familiar. Todos los hoteles son aptos para familias a menos que sean sólo para adultos, pero eso no significa que sean campamentos de vacaciones. Hoy en día está muy extendido que los niños se sientan cómodos molestando a quienes están de vacaciones sin niños o a parejas cuyos hijos se portan bien y están con sus padres. ¡No sé si la mala educación de los niños es peor que la petulancia de los padres! ¡Así que no puede ser romántico ni pacífico y tranquilo!
Texto originalTraducción facilitada por Google