Usuario invitado
4 de julio de 2022
Si algo puedo destacar de este alojamiento son sus anfitriones. Mustafá y su equipo son excepcionales. Desde el primer minuto cuando te ofrecen agua, café o el típico çai para que te repongas del viaje y te relajes. A partir de ahí te ofrecen multitud de actividades para que tu estancia en Capadocia sea lo mejor posible y, lo mejor de todo, están pendientes para que no tengas que preocuparte. En cuanto la habitación no es un hotel al uso, paredes de piedra y tamaño suficiente para poder descansar. El desayuno tiene todo lo necesario para que te puedas hacer un desayuno típico europeo o te decantes por un desayuno más típico de la zona. Al estar enclavado en Göreme nos permitió llegar a todas las actividades con poco esfuerzo en nuestro coche de alquiler. Sólo existió para nosotros un punto negativo, el baño tenía en algún momento un mal olor. Sin embargo, no puedo más que decir que me alegro de haber elegido este alojamiento