Eco Hotel Doña Mayor(Eco-Hotel Dona Mayor)

Un hotel especial y muy agradable. Tranquilo, con unas camas estupendas. Maje nos atendió estupendamente los 2 días y tanto la habitación como el resto de zonas comunes transmitían tranquilidad. El detalle de tener un zumo o infusión en cualquier momento y poder usar la parte de abajo libremente nos encantó. Volveremos en época primaveral !!!

El hotel está chulo. Destacamos el desayuno y el trato de los empleados. Habitaciones amplias y limpias, aunque el precio quizás sea un poco alto. Y deberían cuidar un pelín más ciertos detalles que para nosotros no son importantes pero puede que para otros huéspedes sí, ya que una de las toallas estaba rota. Pero en general es un hotel correcto y bonito, y como decía el desayuno está muy bien y el trato del personal muy bueno.

Hemos estado 3 días en Frómista alojados en este maravilloso hotel. Todo el personal super amable y te hacen sentir como en casa desde el minuto 1, una gozada de lugar, En él se respira paz y tranquilidad y desde que entras por la puerta ya huele a lavanda y romero, una gozada para los sentidos. El servicio de reflexología super recomendable también. El sistema de aire acondicionado super silencioso y las camas comodísimas. Incluso le pusieron a mi hijo de 18 meses un laberinto de bolas en la mesa del desayuno para que estuviera entretenido. Conclusión: estamos deseando volver. Gracias a todas las chicas por su cariño y atención

Lo primero, que estando donde está, y con lo que ofrece, no debería en ni gun caso costar más de 70 u 80 euros. Los 135 que cuesta es muy desproporcionado. Luego, que es ECO hotel… pero lo de eco no se ve por ningún lado. En muchos hoteles eco que he estado, lo son por algo, no solo por vender. Bien por ser passivhauss, por usar energía renovable, por los materiales… por algo. Pero aquí solo por usar un par de productos locales en el desayuno, ya se ponen el cartel de eco… en fin… La habitación tiene un colchón duro, un somier de habitación de adolescente, y una almohada demasiado gruesa, incomoda. El baño, sobre todo la ducha, es de hotel de 40 euros. La piscina es decorativa, porque está helada incluso en agosto. Y lo de la tele, que estaba rota… con todo lo que viajo, cuando algo así me ha pasado, enseguida o arreglan el aparato o me cambian de habitación. Pero aquí al encender la tele y ver qué tenía un golpe que hacía que no se viera, llamé, y la reacción, en vez de sorpresa, preguntar que pasaba, o ofrecer un cambio, fue decir lo siento. Por la forma de contestar, da la impresión de que ya sabían que estaba rota… Y ni cambiar de habitación, ni un detalle ni nada, pese que a que se lo dije a la salida otra vez. En fin, un sitio para guiris… No recomendable

Fantástica el perfil del hotel de tranquilidad y a la par tú hogar.todo personal extraordinarias.ni un pero. Para volver de todos sus disfrutes todos los años . Desde sus habitaciones grandes y cómodas hasta su alberca cosa diferente y estupenda que es un lujo más de los muchos del hotel .para ir 3 días cada año. Gracias x todas las atenciones Un saludo M.jose&Ricardo

la experiencia de estar en este precioso hotel ha sido maravillosa.Trato amable y exquisito,absolutamente todo cuidado al detalle.Chapeau por todo a las chicas que lo llevan.Desayuno de pueblo riquísimo.La habitación muy bonita.La observación de estrellas con la empresa Starlights hizo el día perfecto gracias.Repetiremos Maje!

Pasamos el fin de semana por la zona y nos alojamos en el Eco hotel Doña Mayor. Fue todo un acierto, el hotel es precioso y se ve cuidado y decorado con mucho mimo. Nos encantó la decoración y la comodidad de la habitación. La crema y el champú ecológicos de Abuelita Ceiba que facilitan son una maravilla y, según me contaron, la elaboran dos mujeres emprendedoras de la zona que también son las que hacen los masajes de reflexoterapia en el hotel. Me gustaron tanto que me tuve que llevar una crema y seguro que vuelvo a por el champú. Muy recomendable el desayuno, ya que ofrece productos ecológicos y de proximidad. El personal es muy amable y atento, nos atendió Laura y nos dio muchas recomendaciones por la zona. También contratamos una actividad de observación de estrellas que ofrece el Eco Hotel y que nos habían recomendado y, además de disfrutar de las perseidas, aprendimos un montón sobre las constelaciones y los planetas gracias a las explicaciones de Elena y Rubén. La actividad incluye la observación con telescopios, así que fue súper completa e interesante. En resumen: súper recomendable la zona y la estancia en el Eco hotel, obligatoria!!!

El desayuno fue realmente decepcionante, por el trato a la llegada así como la habitación y el hotel en general, creía que sería más completo. Realmente fue rácano, dos tostadas zumo y café. Si había algo más lo ignoro, jamás nos lo ofrecieron. La camarera del desayuno tenía un trato frío y distante, espero que solo fuera que tenía un mal día.

No vale lo que cuesta. Pros: - personal AMABILÍSIMO y dispuesto a ayudar. - cama supletoria con colchón y somier de verdad, no somier plegable y colchón de gomaespuma. - en el centro del pueblo a 5min de restaurantes y parque. A 15min andando de las esclusas. Contras: - precio como si fuera un 4 estrellas superior, que pagan los peregrinos extranjeros pero que en realidad el hotel no lo vale. - el desayuno incluido es escasísimo y esta racionado, dos tostadas de pan por persona y solo mantequilla y mermelada. Pedimos mantequilla extra que SI nos dieron, pero la sensación era de que igual había que pagarla también… - el agua de la mini piscina está congelada, está muy bonito para la foto pero poco práctico para un uso real. Fue una parada estratégica para partir el trayecto de viaje a la mitad, pero demasiado caro para lo que es. Obvio que el turista diana el peregrino extranjero.