Usuario invitado
12 de junio de 2022
Valdría la pena volver a Florencia para alojarme en este hotel. Es un oasis de paz en el caos de Florencia sin estar lejos del centro y de la estación SMN. Es encantador, bien cuidado, lleno de muchos ambientes para descubrir y aloj****, con objetos y decoraciones particulares y nada cursis. Una gema. En el cuarto piso una terraza habitable y sugerente con vista a los tejados y cúpulas. Incluso la habitación, que reservé individual, era acogedora, equipada con todo y con un baño enorme. Me quedé muy impresionado. Los chicos del desayuno fueron muy eficientes y serviciales, no faltaba nada. Muy bien. No lo di todo porque hay unos escalones para llegar al ascensor con el equipaje, y porque no puedes tocar la cornisa al abrir las ventanas porque necesitaría una buena limpieza. Pero por lo demás es excepcional.
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